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sábado, 29 de mayo de 2010

Motivación necesaria

Motivación necesaria

Si la motivación incrementa el compromiso, debemos pensar que cuanto más motivado esté un corredor mejor disposición tendrá para entrenar, cuidar su alimentación y realizar todas las tareas que requiere su preparación. Hay que controlar, no obstante, que no ocurra que una motivación excesiva empuje al corredor a sobrepasar los límites de lo que es adecuado para su preparación. Es decir, tener mucha motivación es algo positivo, pero no debe llegar al límite de provocar sobreentrenamiento, impedir el descanso o la recuperación adecuados, o afectar negativamente a las relaciones personales con el entorno del corredor, entre otras posibles consecuencias negativas.



Por otra parte, además de pensar en cuánta motivación se necesita para correr, se debería pensar en cuál es el tipo de motivación que debe poseer el corredor, ya que se pueden observar diferentes tipos. Para algunos corredores, entrenar o competir en maratones, o el atletismo en general, representan un aspecto de suma importancia en su actividad diaria, hasta el punto de que no entenderían sus vidas sin este elemento. El beneficio que les proporciona la actividad en sí misma les resulta muy atractivo y compensa los costes que todo ello conlleva.

En el extremo contrario, otros corredores sólo pretenden acercarse a la carrera de maratón como una experiencia más, por curiosidad o por motivos pasajeros, como puede ser una apuesta entre amigos o una promesa. La disposición para aceptar los costes que conllevan estos objetivos se limita al plazo que se establece para conseguir esa meta.

Un corredor de maratón suele soportar durísimas condiciones de entrenamiento. En algunas ocasiones el día amanece despejado, la temperatura es agradable y entonces sí que parece sencillo salir a entrenar, pero por desgracia no siempre es así...

Sin embargo, hay otros días en los que hace un frío o calor excesivos, el ambiente está demasiado húmedo o demasiado seco, el cuerpo se niega a moverse y el corredor siente que cualquier otra cosa que pudiera estar haciendo en ese momento sería más agradable que salir a entrenar. Pese a todo, el corredor realiza el entrenamiento.


Algunos consejos PARA CUIDAR TU MOTIVACIÓN


Identifica claramente cuáles son los motivos por los que corres. Cuando los tienes claros te resulta más fácil ordenar las prioridades de las actividades en tu vida. Es más fácil compatibilizar todo y disfrutarás más de lo que hagas en cada momento.
Identifica los beneficios que te aporta el entrenar y competir en pruebas de maratón. Ten en cuenta todo, desde los buenos momentos que pasas entrenando hasta los viajes que realizas para participar en las pruebas.
Identifica todos los costes que tiene el maratón. Ten en cuenta lo que inviertes a corto, medio y largo plazo, y valora si estás dispuesto a pagar el precio a cambio de los beneficios que has identificado previamente. Si no es así, busca otras opciones más realistas.
Observa las posibles incompatibilidades que pueda tener el maratón con otras actividades de tu vida, como el trabajo o las obligaciones familiares, y busca las soluciones.
Negocia si es necesario, mostrando la importancia que tiene para ti, pero asume que posiblemente tendrás que dar algo a cambio. Frecuentemente los corredores usan tres estrategias: (1) reivindicar el tiempo que necesitan para sus actividades, (2) comprar el tiempo para entrenar a cambio de su compromiso para otras tareas, (3) compartir su tiempo con quienes demandan su presencia, implicándoles también en los entrenamientos, viajes, etc.
La familia o las obligaciones no son una excusa: los corredores altamente comprometidos pueden compatibilizar su actividad con otros aspectos sin que baje su rendimiento. Organiza el tiempo.
Busca un entorno que te asegure el poder llevar a cabo los entrenamientos. Si ir a entrenar resulta demasiado complicado, día a día te costará más desplazarte. Si el entrenamiento te aporta otros beneficios adicionales, como pasar un rato en un entorno natural y agradable -que suelen preferir casi todos los corredores- mejor, pero no es imprescindible.
Entrenar normalmente con un grupo de compañeros puede ayudarte los días en los que estás más remolón.
Si pasas por un mal momento, pide ayuda a un experto que conozcas. Cuanto antes te des cuenta más fácil será que te ayude a rendir de nuevo a tu nivel.
PSICOLOGÍA


La importancia de estar motivado
Estar motivado ante una competición, o ante un entrenamiento, es un elemento que los corredores debemos tener perfectamente si pretendemos rendir bien. Es una parte del entrenamiento que no hemos de olvidar


TRABAJA TU MOTIVACIÓN

Un corredor de maratón suele soportar durísimas condiciones de entrenamiento. En algunas ocasiones el día amanece despejado, la temperatura es agradable y hasta el aire parece invitarnos a ir a rodar junto a los compañeros, charlando y bromeando durante un rato. Entonces parece sencillo explicar por qué el corredor sale a entrenar.

Sin embargo, hay otros días en los que hace un frío o calor excesivos, el ambiente está demasiado húmedo o demasiado seco, el cuerpo se niega a moverse y el corredor siente que cualquier otra cosa que pudiera estar haciendo en ese momento sería más agradable que salir a entrenar. Pese a todo, el corredor realiza el entrenamiento. A veces, el plan de entrenamiento marca una sesión con un ritmo y distancia que pueden llevarse a cabo sin dificultad.

UN PLAN PARA MOTIVARTE

Otras veces, por el contrario, el plan de entrenamiento parece diseñado para provocar el odio hacia el entrenador, por ser más largo o intenso de lo que el corredor desearía, buscando el límite del organismo. Sin embargo, el corredor es capaz de tolerar el sufrimiento para salir más fortalecido tras superar la jornada. El día de la carrera casi todos los corredores padecen la dureza de la prueba en algún momento de la misma, u observan que las piernas no van al ritmo que su cabeza les ordena. La carrera se puede convertir en un suplicio interminable pero el corredor resiste, pese a todo, con un altísimo esfuerzo.

Entrenar bajo circunstancias agradables parece más fácil pero requiere un cierto grado de motivación. Llevar a cabo un plan de entrenamiento en el que se incluyan situaciones menos agradables requiere, sin embargo, un grado de motivación muy alto, que puede establecer la diferencia entre quienes salen a entrenar de vez en cuando y quienes siguen un plan de entrenamiento más serio. Esto ha llevado a pensar que la motivación es una de las variables esenciales de cara al rendimiento del corredor de maratón pues, aunque son las piernas del corredor las que se mueven, es la voluntad de su cerebro la que las empuja a moverse.

Se entiende que la motivación sirve para que los corredores sientan un alto compromiso y, por tanto, dediquen muchas horas de entrenamiento de forma perseverante, tolerando muchas veces la frustración o el dolor provocado por el esfuerzo físico durante los entrenos y las competiciones. Motivación necesaria Si la motivación incrementa el compromiso, debemos pensar que cuanto más motivado esté un corredor mejor disposición tendrá para entrenar, cuidar su alimentación y realizar todas las tareas que requiere su preparación. Hay que controlar, no obstante, que no ocurra que una motivación excesiva empuje al corredor a sobrepasar los límites de lo que es adecuado para su preparación. Es decir, tener mucha motivación es algo positivo, pero no debe llegar al límite de provocar sobreentrenamiento

ANÍMATE A ENTRENAR
Cualquier corredor, hasta el más motivado, en más de una ocasión siente que no tiene ganas de entrenar un día concreto. Los motivos pueden ser múltiples; a veces, por cuestiones relacionadas con el clima o las condiciones meteorológicas, debido a la dureza de la sesión de entrenamiento, por falta de recuperación, por echar en falta algo de compañía, y así por muchos motivos. El hecho es que a veces el corredor no siente suficiente motivación por un objetivo concreto, que podría ser una sesión de entrenamiento, una competición o una actividad (como realizar ejercicios de fisioterapia, cuidar la alimentación, etc.).

En cierto modo, se podría comparar con una planta que deseamos arraigar en un espacio de tierra. Para que esa planta se desarrolle son necesarias varias condiciones que no se relacionan sólo con la calidad de la planta, sino con el cuidado diario. La motivación requiere de alguna forma algo de cuidado diario. Esto no afecta necesariamente a la naturaleza de la motivación, puesto que el deseo final del corredor puede mantenerse intacto aunque un día no salga a entrenar como tenía previsto, pero de la motivación del día a día depende en gran medida la calidad del trabajo en cada una de las sesiones.



Fuente Runners W

2 comentarios:

  1. Hola luis,
    Sólo quiero decir que estás haciendo un gran trabajo. Los atletas populares argentinos se tienen que sentir unos privilegiados en compartir tus conocimientos contigo.
    A los atletas argentinos decirles que cuando Luis Migueles vivió en España era un atleta muy querido. Mucha calidad y mucho trabajo. Gran atleta y mejor persona.
    Enhorabuena y felicidades por este blogs tan instructivo.
    Un saludo
    Martín Fiz (Campeón Mundo Maratón 1995)

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