Treinta años son mucho
Beatriz Allocco clavó en 22s94 el récord argentino para los 200 metros el 11 de noviembre de 1978. Una marca que sigue imbatible y refleja la falta de velocistas en el país.
Por: Mariano RyanSe cumplen hoy 30 años. Demasiado tiempo para una exhalación que duró menos de 23 segundos...
El 11 de noviembre de 1978, en los 3.600 metros de altura de La Paz, Beatriz Eva Allocco clavó los cronómetros en 22s94 para establecer un nuevo record argentino y sudamericano de los 200 metros que la colocaron entre las mejores 10 velocistas del mundo en ese momento. Si bien por aquel tiempo algunos sospecharon del registro al sostener que el reloj comenzó a "correr" después de la partida, esa marca fue tomando consideración a medida que fueron pasando los años y hoy es el tercer record más antiguo del atletismo argentino detrás del de Juan Carlos Dyrzka en los 400 metros con vallas (49s82 logrados en 1968) y el de Belkis Fava, Angela Godoy, Liliana Cragno y la propia Allocco en la posta 4x100 metros (44s90 en 1975).
Allocco tiene 55 años, está radicada en Miami desde hace un tiempo y fue un referente muy importante de su época en el deporte nacional. A fines de los 80, Olga Conte, con sus 23s32 alcanzados en Medellín, amenazó con destronar su reinado de la velocidad y fue recién en 2004 cuando Vanesa Wohlgemuth le arrebató su crono de 11s61 que durante 26 años fue el record nacional de los 100 metros. Lo cierto es que aquellos 22s94 todavía alcanzarían para, por ejemplo, haber sido semifinalista olímpica: con esa marca, en Beijing hubiera terminado en la 23ª posición. ¿Qué ocurre hoy? Los tiempos de las mejores atletas argentinas en los 200 metros fluctúan en alrededor de los 25 segundos...
El recuerdo de Allocco trae al escenario la pobreza histórica del atletismo argentino en las pruebas de velocidad. Y acá no hay diferencias de género: tanto en varones como en mujeres apenas un par de nombres (Gerardo Bonhoff y Allocco, por supuesto) sobresalen en esta especialidad en un deporte que dio enormes fondistas, por ejemplo, y que hoy vive una primavera incipiente con la aparición de prometedores lanzadores (Dahlgren, Lauro y Comba) y de Germán Chiaraviglio, el garrochista que maravilló en su etapa juvenil aunque en Beijing no pudo aprobar su primera experiencia olímpica. Ahora, ¿por qué no surgen velocistas en Argentina? En primer lugar porque no hay una tradición en los 100, 200 y 400 metros y además porque el velocista nace pero también hay que hacerlo con métodos de entrenamiento muy específicos que hoy están muy lejos de implementarse en la realidad del atletismo nacional.
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Se cumplen hoy 30 años. Demasiado tiempo para una exhalación que duró menos de 23 segundos...
El 11 de noviembre de 1978, en los 3.600 metros de altura de La Paz, Beatriz Eva Allocco clavó los cronómetros en 22s94 para establecer un nuevo record argentino y sudamericano de los 200 metros que la colocaron entre las mejores 10 velocistas del mundo en ese momento. Si bien por aquel tiempo algunos sospecharon del registro al sostener que el reloj comenzó a "correr" después de la partida, esa marca fue tomando consideración a medida que fueron pasando los años y hoy es el tercer record más antiguo del atletismo argentino detrás del de Juan Carlos Dyrzka en los 400 metros con vallas (49s82 logrados en 1968) y el de Belkis Fava, Angela Godoy, Liliana Cragno y la propia Allocco en la posta 4x100 metros (44s90 en 1975).
Allocco tiene 55 años, está radicada en Miami desde hace un tiempo y fue un referente muy importante de su época en el deporte nacional. A fines de los 80, Olga Conte, con sus 23s32 alcanzados en Medellín, amenazó con destronar su reinado de la velocidad y fue recién en 2004 cuando Vanesa Wohlgemuth le arrebató su crono de 11s61 que durante 26 años fue el record nacional de los 100 metros. Lo cierto es que aquellos 22s94 todavía alcanzarían para, por ejemplo, haber sido semifinalista olímpica: con esa marca, en Beijing hubiera terminado en la 23ª posición. ¿Qué ocurre hoy? Los tiempos de las mejores atletas argentinas en los 200 metros fluctúan en alrededor de los 25 segundos...
El recuerdo de Allocco trae al escenario la pobreza histórica del atletismo argentino en las pruebas de velocidad. Y acá no hay diferencias de género: tanto en varones como en mujeres apenas un par de nombres (Gerardo Bonhoff y Allocco, por supuesto) sobresalen en esta especialidad en un deporte que dio enormes fondistas, por ejemplo, y que hoy vive una primavera incipiente con la aparición de prometedores lanzadores (Dahlgren, Lauro y Comba) y de Germán Chiaraviglio, el garrochista que maravilló en su etapa juvenil aunque en Beijing no pudo aprobar su primera experiencia olímpica. Ahora, ¿por qué no surgen velocistas en Argentina? En primer lugar porque no hay una tradición en los 100, 200 y 400 metros y además porque el velocista nace pero también hay que hacerlo con métodos de entrenamiento muy específicos que hoy están muy lejos de implementarse en la realidad del atletismo nacional.
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