Hay siete elementos de la superación personal que son
críticos y que sirven como guía en el camino hacia la excelencia:
Compromiso, atención dirigida, confianza, visualizaciones
positivas, preparación mental, control de la distracción y
aprendizaje constante. Estos elementos, que constituyen la
rueda de la excelencia, proporcionan las claves mentales para capacitarte y
liberarte, de forma que puedas ser la persona que realmente deseas ser. La
buena noticia es que cada uno de estos elementos está potencialmente bajo tu
control
Compromiso
El primer
elemento de la excelencia es tu compromiso para:
Perseguir tu sueño o hacer una aportación significativa a dicho sueño.
- Ser lo mejor que puedes ser.
_ Hacer
todo lo necesario para destacar.
_ Desarrollar
los caminos mentales, físicos y técnicos para destacar.
_ Fijarte
unas metas personales claras y perseguirlas sin darte por vencido.
_ Perseverar
pese a los obstáculos, aunque parezcan insuperables.
_ Continuar
aprendiendo, alimentar tu pasión y encontrar alegría en tu tarea.
El compromiso es
el primer elemento esencial que te guía en la búsqueda de la superación
personal. Si estás dispuesto a comprometerte, puedes hacer casi cualquier cosa;
si no te comprometes, las metas de alto nivel son virtualmente imposibles de
alcanzar. Existen muchas fuentes diferentes de compromiso, que conducen a la
superación personal. Las más elementales son:
_ Pasión
por tu ocupación.
_ Deseo
de sentirte competente, necesitado, valorado, importante, exitoso, o especial.
_ Buscar
una satisfacción para tu potencial, llegar a ser aquello que eres capaz de ser,
o hacer una contribución significativa en ese campo.
_ Orgullo
por tus acciones o creaciones.
_ Disfrutar
de seguir aprendiendo.
La superación se
basa en tener, o crear, una visión positiva de adónde quieres llegar –en tu
deporte, en el área de tu ocupación o en tu vida al margen de tu profesión–.
Para sobresalir en cualquier tarea debes poseer, o desarrollar, una razón para
hacerlo, una pasión por tu ocupación. Se desarrollan de forma natural unos
niveles elevados de compromiso cuando partimos de visiones positivas y del amor
o el disfrute por aquello que se está haciendo –aunque existan también partes
duras, y no todo sea divertido–. El compromiso surge cuando aprecias los
momentos especiales, te entregas a tu cometido y disfrutas del crecimiento
personal continuado. Si te gusta lo que haces (o, al menos, una parte) y eres
capaz de mantenerte comprometido con ello, llegarás a ser muy competente en ese
campo –y ésa es
una meta muy valiosa y positiva–. Para llegar a ser realmente bueno en ese
aspecto, y continuar realizando tu tarea a un nivel elevado durante largos
períodos de tiempo, es necesario que ames tu ocupación. Para la mayoría de los
profesionales que sobresalen en los más altos niveles, su ocupación se ha
convertido en una pasión que guía sus vidas, al menos durante extensos períodos
de tiempo. Están verdaderamente apasionados con su tarea.
Aman las partes
divertidas de lo que hacen y extraen energía positiva de su empeño, lo cual les
ayuda a alcanzar sus metas y beneficiarse del esfuerzo.
Surgen
sentimientos de satisfacción con uno mismo, confianza y aportes valiosos a
partir del proceso de comprometerse día a día con la misión personal, superar
obstáculos, encontrar alegrías sencillas y conseguir un crecimiento personal
mientras se recorre el camino. La excelencia resulta de actuar cada día de una
forma que te lleve a sobresalir –paso a paso–. Esto implica comprometerte con
una preparación creciente y de alta calidad, y concentrarte plenamente en el
camino que tienes frente a ti. La meta final es conectarte plenamente todo el
tiempo que dure tu acción, interacción o interpretación.
La superación
personal, la excelencia, requiere que perseveres durante los altibajos asociados
a la búsqueda de un mayor rendimiento y que encuentres la manera de mantener tu
mejor perspectiva de la cuestión. Hay veces en que los obstáculos parecen
infranqueables. A todas las personas les sucede esto, incluso a los mejores
profesionales. Si crees que los obstáculos son demasiado grandes para vencerlos, tienes razón,
incluso aunque estés equivocado.
En momentos como
éste, el desafío es recordar tu sueño, seguir apasionándote con determinadas
partes de tu tarea y comprometerte totalmente con el proceso de aprendizaje. La
persistencia y la perspectiva te guiarán a través de los obstáculos.
Dedicar un tiempo
adecuado a la recuperación física y mental es una parte esencial de una
actuación de alto nivel. Todos necesitamos un lugar donde sentirnos libres de
los requerimientos de nuestra profesión o nuestra vida. Debes aprender a
escuchar tu y respetar tus necesidades de relajación, descanso, espacio
personal, buena alimentación y momentos de esparcimiento lejos del ámbito
profesional. Lo que haces con tu tiempo y el centrarte en cuestiones distintas
a las profesionales tiene un impacto tremendo en lo que serás capaz de llevar a
cabo en el plano profesional.
Todos obtenemos
beneficio de los momentos de descanso, ya sea solos, en contacto con la naturaleza
o al lado de nuestros seres queridos.
Si fracasas en
encontrar un equilibrio entre trabajo de calidad y descanso de calidad, puedes
destruirte a ti, a tu desempeño profesional y a tu amor por lo que haces. Uno
de los grandes desafíos
de la excelencia
es hacerlo más beneficioso para ti y para tus objetivos últimos.
Atención
dirigida
El segundo
elemento de la excelencia consiste en estar plenamente
centrado o completamente conectado:
_ A
lo largo de la tarea, acción o interacción.
_ En
la tarea.
_ En
el momento.
_ En
tu lugar.
_ En
el desempeño.
_ Totalmente
absorto en lo que haces o experimentas.
_ En
el piloto automático.
_ Liberándote
para que las cosas buenas sucedan de una forma natural.
En un sentido muy
real, estar centrado lo es todo –en la vida y en los
objetivos profesionales. Estar centrado de forma positiva y absorbente canaliza
tu compromiso hacia una serie de acciones positivas, y eso posibilita tu viaje
hacia la excelencia. Una atención plenamente dirigida te libera de todo lo irrelevante
y te conecta totalmente con tu experiencia o tu tarea. Se trata de un espacio
mental donde no existe nada más, aparte de estar totalmente conectado con
aquello que te atrae o que estás experimentando en ese momento. Centrarse es la
habilidad mental más importante entre las que se asocian al aprendizaje
creciente y al desempeño de alto nivel y consistencia. Tu desafío es descubrir
y perfeccionar un enfoque que te libere para que puedas desarrollar al máximo
tus capacidades y vivir plenamente centrado mientras estés desarrollando tu
tarea, actividad o interpretación.
La clave para un
desempeño consistente y de alto nivel está en centrarte en los medios que te
hacen libre para desarrollar tu capacidad en distintos contextos. La calidad de
tu concentración incide en cada aprendizaje y cada tarea que afrontas.
Determina cuánto aprendes, la calidad de lo aprendido, de tus acciones y de tu vida.
Si guías tu concentración en direcciones positivas, tendrás bajo
control la
intensidad, dirección, duración y consistencia de tus acciones y reacciones.
La concentración
para un mejor desempeño es a la vez natural y absorbente, fluye libremente y es
intensa, es simple y mágica a un tiempo. Es una concentración que
experimentabas a menudo cuando eras pequeño. La meta última de toda preparación
y tarea es acceder a la zona de conexión a partir de una base consistente. Si entrenas
tu mente para concentrarte plenamente, confías en tu conexión y te liberas para
permitir que las preocupaciones se alejen, podrás vivir y actuar de forma más
cercana a tus capacidades en las situaciones importantes. La clave para que
todo esto se cumpla
radica en
centrarte en el presente –aquí y ahora– y aumentar gradualmente la
consistencia, calidad y duración de tu concentración.
Cuando saltes a
la arena de la actuación, un sencillo giro de la concentración hacia algo menos
exigente o más relajante puede ayudarte a conseguir un enfoque más claro,
fuerte y positivo.
Tu concentración
es el líder. Allí donde vaya tu concentración, todo lo demás la seguirá. Deja
que ella te guíe con sabiduría.l
Confianza
El tercer
elemento de la excelencia es la confianza en:
_ Tu
propio potencial.
_ Tu
capacidad para superar los obstáculos y lograr tus objetivos.
_ Tu
preparación.
_ Tu
foco.
_ Tus
elecciones.
_ La
relevancia de tu misión.
_ La
importancia de aquellos con los que trabajas o actúas.
La confianza es
el tercer ingrediente esencial en la búsqueda de la superación personal. La
confianza en tus acciones aumenta o disminuye según la calidad de tus
experiencias y la medida en que has desarrollado tu fuerza mental. La confianza
surge de tu compromiso con un trabajo de calidad, de hablarte a ti mismo de
forma positiva sobre tus experiencias o tu papel en ellas y de mantenerte
positivo a través de multitud de desafíos y batallas a lo largo del camino.
La confianza
crece cuando descubres qué enfoque funciona mejor para ti y vuelves sobre él
regularmente.
Si existe una
creencia estable en tu capacidad para llevar a cabo una misión, y una conexión absoluta
con tu labor, se abrirán las puertas de los más altos niveles de la superación.
Cuando interfieren experiencias o pensamientos negativos con tu confianza, tu actuación
se tambalea –no porque seas menos capaz, sino porque permites que esas dudas interfieran
en tu concentración y limiten tus posibilidades reales. La confianza aparece
cuando te sientes seguro de quién eres y qué haces. Cuando hay confianza, crees
en tu punto de vista y tu labor progresa. Si no la hay, rara vez desarrollarás todo
tu potencial. Para fortalecer tu confianza:
_ Recuerda
que hay alguien que cree en ti.
_ Piensa
en tu capacidad de forma positiva.
_ Actúa
como si pudieras conseguirlo.
_ Apúntate
a una preparación técnica, física y mental de alta calidad.
_ Recuerda
tus éxitos en entrenamientos, simulacros y tareas ya realizadas.
_ Busca
el lado positivo de todas tus experiencias y tareas.
_ Extrae
continuamente lecciones constructivas para mejorar la calidad y consistencia de
tus actuaciones.
Rara vez
comenzamos nuestras tareas con una confianza total en que conseguiremos
nuestros objetivos o realizaremos nuestra misión con precisión. A menudo
ignoramos lo que somos capaces
de hacer. Los
cirujanos inexpertos en el quirófano y los atletas inexpertos en el campo de la
competición adquieren confianza a través de la experiencia, la práctica y el
desempeño de su labor. Crecemos cuando reconocemos nuestras mejoras, aprendemos
de nuestros
fracasos y
nuestros éxitos, y adquirimos sabiduría de quienes nos rodean.
La única manera
de vencer en el juego de la confianza es fortalecer nuestras habilidades
mentales. Cada elemento de la rueda de la excelencia puede ayudarte a mejorar
tu preparación, la consistencia
de tus acciones y
tu nivel de confianza. Cuando fortaleces tus habilidades mentales, tu confianza
también se fortalece y tu compromiso aumenta. A medida que tu compromiso crece,
das más de ti mismo y adquieres más confianza, y ambas cosas aumentan el nivel
y la consistencia de tu actuación. La confianza es como una llave maestra: abre
la puerta de los mayores niveles de superación personal, y estos niveles
elevados de excelencia abren a su vez la puerta a una mayor confianza.
Puedes
desenvolverte bien sin sentir confianza en ti mismo
–siempre que seas
capaz de estar plenamente centrado en tu actuación,pero es mucho más probable
que desarrolles todo tu potencial sobre una base consistente si tu confianza y
tu concentración trabajan juntas para ti. Este don procede del respeto a ti
mismo y de liberar tu cuerpo y tu mente para que actúen sin limitaciones. Hazte
ese regalo. Te lo mereces.
Visualizaciones positivas
El cuarto
elemento de la excelencia es utilizar tu imaginación de
una manera positiva para:
_ Producir
inspiración y visiones positivas.
_ Apuntar
a objetivos específicos y cotidianos.
_ Acelerar
el proceso de aprendizaje.
_ Prepararte
para seguir tu plan de juego y desarrollar tu capacidad.
_ Actuar
y reaccionar en las formas más positivas.
_ Mejorar
la ejecución sin fisuras de tus habilidades.
_ Aumentar
tu confianza.
¿Cuáles son tus
grandes sueños? ¿Qué es lo que deseas conseguir en el deporte que practicas o
en tu actividad profesional? ¿Qué cosas positivas vas a realizar hoy –dentro y
fuera del ámbito profesional–?
¿Cómo te gustaría
desenvolverte durante tu próximo desafío o actuación? Piénsalo. Deja que esta
idea germine en tu mente. Siéntela en tu cuerpo. Los pensamientos y las
imágenes positivas ayudan a crear el estado mental y la concentración para una
actuación de calidad, y guían tus acciones de una manera positiva.
Los mejores
profesionales del mundo han desarrollado enormemente la habilidad de generar
imágenes, y la utilizan cada día para crear un estado mental positivo para la
superación personal.
Ellos actualizan
sus recuerdos positivos, rememoran sus sentimientos durante sus mejores actuaciones
y crean unas visiones positivas de futuro. Utilizan sus visualizaciones para
prepararse mentalmente para una práctica de calidad y para experiencias vitales
alegres.
Con el fin de
prepararse para actuaciones futuras, repasan cuidadosamente los aspectos tanto
positivos como negativos de sus actuaciones previas y mejoran mentalmente sus
habilidades. Piensan, se ven o se imaginan como competentes, confiados,
triunfantes y bajo
control, lo que
los sitúa en el estado de máxima calidad de actuación. Cuando están aprendiendo
nuevas habilidades, procedimientos o métodos, vuelven mentalmente a las
acciones deseadas una y
otra vez para
acelerar el proceso de aprendizaje. También emplean la habilidad de generar
imágenes positivas para relajarse y recuperar el control cuando se distraen o
se enfrentan con obstáculos.
El mayor
beneficio de pensar, planificar y llevar tu imaginación por caminos positivos
es la elaboración de un marco mental para vivir y desenvolverte con calidad.
Esto te permite crear las condiciones para el éxito sin haber ejecutado ninguna
acción en el mundo
real. Este
procedimiento te sirve para incrementar la confianza, la concentración y el
nivel de ejecución. Te hace sentirte bien contigo mismo, con tu preparación y
tu capacidad para hacer las cosas que eseas hacer. Con la práctica, conseguirás
experimentar a priori y
a posteriori muchas
acciones deseadas, sentimientos, sensaciones y habilidades que son necesarias
para la ejecución satisfactoria de tu tarea. Tu imaginación puede llevarte
adonde quieras ir y adonde nunca antes has estado.
Preparación mental
El quinto
elemento de la excelencia es la preparación mental para:
Crear
oportunidades de aprendizaje positivo.
_ Aprovechar
esas oportunidades de aprendizaje.
_ Desarrollar
habilidades físicas, mentales y técnicas que son esenciales para sobresalir en
tu campo.
_ Planificar,
preparar y evaluar de forma eficaz.
_ Seguir
un camino que saque lo mejor que hay en ti.
_ Relajarte
y ser capaz de centrarte en otros ámbitos además del profesional.
La superación, la
excelencia personal, exige que encuentres la manera de obtener cada día el
máximo de ti y de tus experiencias en cuanto a prácticas, acciones y
aprendizaje. Esto comienza con el compromiso de estar preparado mentalmente
para aprovechar al máximo cada experiencia y cada oportunidad. Para estar
mentalmente preparado, debes acceder a un estado positivo, centrado en el
aprendizaje, la acción, o la interacción. Para sobresalir en cualquier campo,
debes aprender las habilidades esenciales y llevarlas a la práctica para
perfeccionarlas y ejecutarlas de forma eficaz bajo condiciones de gran
exigencia, así como extraer lecciones de cada una de tus experiencias. La
excelencia llega cuando estás mentalmente preparado para actuar de manera
positiva. Los grandes profesionales tienen planes de acción o métodos muy
eficaces para conseguir estar preparados mentalmente y lograr así lo que desean
cada día y durante cada actuación.
Puedes prepararte
mentalmente si piensas en tus objetivos y en lo que vas a hacer para
alcanzarlos. ¿Qué es lo que quieres conseguir hoy? Puede que te sea útil
escribir tus objetivos y repasarlos mentalmente. Esto puede incrementar tu
compromiso con tus planes y objetivos. Busca formas sencillas y eficaces de
estar mentalmente preparado para concentrarte en lograr tus objetivos
cotidianos.
Para continuar
aprendiendo y lograr un desempeño de alto nivel, es fundamental desarrollar un
plan de acción y una forma de pensar que te lleven al estado ideal de
preparación. Los planes
Antes de
lanzarte a realizar cualquier acción, debes diseñar un plan para alcanzar tus
objetivos. de acción positivos suelen incluir visualizaciones positivas,
pensamientos reforzadores de la confianza y elementos que te recuerden específicamente qué es lo que quieres hacer exactamente y en
qué
debes centrarte
para hacerlo.
Conseguir la
excelencia es un proceso de autodescubrimiento y ampliación de horizontes, que
se basa en descubrimientos constantes que te conducen a objetivos y actuaciones
mejores. Cuando descubras qué es lo que funciona y lo que es mejor para ti, has
de seguir ese camino, incluso si supone enfrentarte a obstáculos. Los
profesionales de alto nivel son muy buenos en seguir su propio camino. Son grandes
aprendices auto dirigidos. Han aprendido a mantener una perspectiva positiva, a
respetar aquello que funciona mejor para ellos y a continuar buscando la manera
de mejorar. Con una planificación y una acción positivas, tener la mente puesta
en la superación personal se convierte en una forma de ser natural. Esto te
conduce a una actuación de alto nivel y de calidad.
Control de las distracciones
El sexto elemento
de la excelencia consiste en el desarrollo de habilidades para controlar
las distracciones, de forma que:
_ Se
mantiene una concentración eficaz y positiva frente a las distracciones.
_ Se
recupera una concentración eficaz después de distraerse antes, durante o
después de una actuación.
_ Restablece
rápidamente tu mejor concentración.
_ Se
actúa al nivel deseado.
_ Se
mantiene fiel al plan de juego.
_ Se
consigue un descanso adecuado.
_ Se
permanece en el mejor de los caminos que conducen a la superación personal.
Una vez que hayas
aprendido a estar totalmente conectado con tus acciones, aunque sea durante
períodos de tiempo moderados, controlar la distracción se convierte en la
habilidad más importante
en relación con
la calidad y la consistencia de tus actuaciones. El control
de la distracción se refiere a tu habilidad para mantener o recuperar
una concentración positiva cuando te enfrentas a distracciones potenciales,
obstáculos, material negativo o retrocesos. Las distracciones pueden ser externas,
cuando proceden de la gente o las circunstancias de tu entorno,
o internas, cuando surgen de tus propios pensamientos
o de tus expectativas. Mantener una perspectiva positiva antes y después de una
actuación, y recuperar una concentración plena durante la acción son esenciales
para que tu capacidad funcione sobre una base consistente. Las habilidades de
control
de la distracción
son especialmente importantes cuando se actúa en situaciones de mucha exigencia
o de gran estrés. Aprendes a dar un giro positivo a la atención cuando
desarrollas un plan de restablecimiento de la concentración y actúas según ese
plan. Cuando experimentes pensamientos negativos, un lapsus de la
concentración, retrocesos, o altibajos en tu confianza –antes, durante o
después de una actuación–, tu objetivo debe ser recuperar con rapidez una perspectiva
positiva o una concentración absoluta. Puedes aprender a conectarte de nuevo de
una forma más rápida y eficaz si piensas en lo que es mejor para regresar a la
acción, si planificas tus acciones y practicas el restablecimiento de tu
atención siempre que tengas oportunidad de hacerlo. Los grandes profesionales
dan un giro a su atención por medio de recordatorios sencillos, imágenes o
focos de su
atención que los llevan a conectarse de nuevo y a tener las cosas bajo control.
Esto los lleva adonde desean con un estado mental más positivo y una conexión
total con su actuación del
momento. Si
aumentas tu capacidad para centrar la atención con rapidez, conseguirás mayor consistencia
en tus actuaciones y disfrutarás más de la vida.
Aprendizaje constante
El séptimo elemento
de la excelencia es el compromiso y la pasión por aprender
de manera constante, lo cual consiste en:
_ Reconocer
lo que has hecho bien.
_ Reconocer
lo que puedes mejorar o perfeccionar.
La rueda de la excelencia 15
_ Extraer
lecciones importantes de cada experiencia o actuación.
_ Elaborar
cómo afectan tu compromiso, tu preparación mental y tu concentración a tu
actuación.
_ Tener
como objetivo el mejorar en aspectos importantes.
_ Poner
en práctica las lecciones aprendidas en tu aprendizaje constante.
La excelencia
personal es el resultado de vivir las lecciones que extraes de tus
experiencias. Los grandes profesionales se mantienen en un alto nivel de
excelencia porque se comprometan a aprender constantemente. Se preparan bien,
hacen valoraciones meticulosas después de sus actuaciones y llevan a la
práctica las lecciones que han aprendido. Reconocen sus cualidades, buscan los
aspectos positivos de sus actuaciones y se imponen objetivos para mejorar.
Ganan
inspiración, confianza y alegría porque buscan sus virtudes personales y no
dejan de reflexionar sobre qué es lo que les hace vivir con plenitud y
desenvolverse al máximo de sus posibilidades.
Extraen su
inspiración de los obstáculos y canalizan esa energía hacia su propia mejora.
Puedes aprender
lecciones importantes si evalúas tus acciones de forma global, así como las
partes más importantes y cuál fue el papel que desempeñó tu estado mental en
esa actuación. Por ejemplo,
podrías
preguntarte:
¿Estaba
lo suficientemente preparado?
¿Estaba
mentalmente preparado?
¿Me concentré pese a las distracciones?
¿Mantuv
la concentración durante toda mi actuación?
El aprendizaje
constante se centra en tres acciones importantes:
1. Reflexionar
sobre lo que salió bien y por qué salió bien.
2. Apuntar a
objetivos relevantes para continuar mejorando.
3. Aplicar las
lecciones aprendidas.
Al comprometerte
a iniciar estas tres acciones sobre una base constante, optimizas tus oportunidades
de aprendizaje. Estas acciones guían tu preparación y tu búsqueda continua de
superación.
Perseguir tu
verdadero potencial, considerar tu estado mental y tu concentración, te
conducirá a experiencias de disfrute y a las mejores actuaciones. Has de
continuar definiendo tu atención hasta
que esté donde
desees que se encuentre. Al principio, puede servirte de ayuda escribir las
lecciones que has aprendido durante tus mejores, y no tan buenas, experiencias
o actuaciones; al final, es mejor si las conservas en tu «agenda mental».
Considera esas lecciones, recuérdalas y actúa de acuerdo con ellas. El grado en
que sigas este proceso de evaluación meticulosa, constructiva y personal y
hasta qué punto lo lleves a la acción afectará directamente tu tasa de
aprendizaje, el nivel y la consistencia de tus acciones, y la calidad de tu
vida.